Habitaciones:
Hay un total de 16 suites, muy amplias y decoradas con especial encanto. Se reparten entre los jardines de la propiedad (7 en el molino, 4 en los antiguos almacenes y 5 en los renovados establos) para conseguir mayor espacio, privacidad y hermosas vistas. Casi todas las suites disponen de su propia terraza y en todas ellas hay chimeneas para un cálido ambiente invernal.
El restaurante.
Las comidas se sirven en el acogedor restaurante o, para familias y grupos, en "La Cueva", el comedor recubierto de piedra que recuerda un antiguo aljibe. La comida - y el ambiente - tienen el sabor de la autenticidad y el cariño. Algunos productos se cultivan orgánicamente en la propia Alquería.
Hammam.
Tras el patio interior, las puertas de celosías llevan al hammam, totalmente privado. Es el rincón ideal para abandonarse al placer de un baño despacioso o de un té a la menta entre sus mármoles blancos y azulejos moriscos. (También pueden reservarse masajes a cargo de una masajista profesional).
Piscina.
Junto a las terrazas y jardines, la antigua alberca que antaño regaba los huertos del molino es hoy la piscina con un amplio entorno natural para descansar, leer a la sombra de los olivos, o soñar despierto contemplando atardeceres únicos sobre la Sierra de Albuñuelas.